De la Encarni Viva a La Interesá de Jesús: sin orden ni concierto, en iglesia a mediavela

Desde la Iglesia de la Magdalena de Ribadavia, donde està en residencia, Laila Tafur propone un concierto en relación con su proyecto Carne de canción en residencia en La Caldera este 2020:
La carne, átomos caóticos que chocarán hasta la descomposición, en ocasiones suspendidos en un amuleto por obra y gracia de la fe y la subjetividad abstracta que se esconde en la estructura profunda de la materia. El tiempo aquí se invierte, se divierte, se subvierte: la llamada al orden de los fines y los medios, que decide aunar el horror-fulgor de la fiesta de lo florecido, de lo expirado, respirado y conspirado. De la carne viva, carne encendida, carne en llamas, carne magra malgastada, magreada, carne radiante, a la reliquia, a un cuerpo muerto enamorado del espíritu, que se reparte y convierte en valor de cambio del amor. Plusvalía del amor diseminada entre sus amantes, aumentando espectralmente la dimensión de una monja eléctrica: el brazo izquierdo y el corazón en Alba de Tormes, el pie derecho y la mandíbula en Roma, fragmentos del cráneo y dientes en San Pancracio, en Lisboa la mano izquierda, sin el meñique, que lo llevaron al monasterio de las Carmelitas en Portugal; en el monasterio de Madrid un trocito de carne con forma de corazón junto a parte del escapulario; las muelas en Toledo, Santiago y Puebla en México; en Ronda el ojo izquierdo y la mano derecha (la más popular), pero a la que le faltan algunos dedos repartidos por París, Roma, Ávila, Sevilla y Bruselas, esta última guarda también las clavículas. Morosas del amor, sujetadas a la deuda del esfuerzo por querer, aumentamos la inflación de los deshechos y con ella multiplicáronse las reliquias, los pedazos, los miembros, órganos, segmentos, etc. El alcance del cuerpo muerto supera a la carne viva, un pacto zombi con el tiempo, que desborda el hilo con el que tejió el sentido de lo más a lo menos. Amén.
LAILA TAFUR. Nací en Granada, fui estudiante de intercambio de danza en La Universidad de Arte de Reykjavik y La Politécnica de Lisboa y finalmente me licencié en Coreografía en el Institut del Teatre de Barcelona. En 2017-18 cursé el Máster MPECV del Reina Sofía y la Universidad de Cuenca, donde comienza mi interés por la canción y la aproximación amateur a la producción de conocimiento. Esta investigación continúa en el PEI del MACBA entre 2020/21, donde mi implicación con la encarnación del pensamiento crítico creció. Este estudio ha tomado el nombre de “Carne de Canción”, haciendo convivir la aproximación amateur a la producción sonora, con el oficio de bailarina profesional en el que sí predomina la especialización y la aspiración a la maestría. Mis trabajos en solitario se llaman “Mi arma”, un western flamenco, premiado como bailarina sobresaliente en Masdanza 2012; “Susobras”, sobre la propia danza, un trabajo muy meta y “Monstruo”, sobre lo indecible, lo salvaje e indomesticable, nominado a los premios de la crítica de Barcelona como mejor solo y mejor intérprete 2018. Con “Drone”, gané el premio a mejor intérprete en el Certamen Coreográfico de Madrid 2015. Todos estos trabajos se han desarrollado gracias al apoyo de Masdanza, Certamen Coreográfico Madrid, Graner, Sismograf, La Caldera, Barceloneta, Colectivo rpm, C3A, Teatro Pradillo, Leal Lav, Espaço do Tempo, American Dance Festival, y han sido presentados en numerosos festivales. Como intérprete he trabajado para Xavier Le Roy, Janet Novas, Jerome Bel, Albert Quesada, Lipi Hernandez, Carmelo Fernandez o Charo Martín. Actualmente combino mi trabajo de creación con el de docente en el Conservatorio Superior de Danza de Málaga.
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