Un cubo de 500kg de barro en medio de la escena. Un cuerpo humano de 70kg. Dos elementos tan diferentes como similares. Encontrando relaciones entre ambos el espectáculo viaja de la mano de un imaginario realista y onírico, donde el barro y el cuerpo se convierten en una misma cosa.

La base del espectáculo es la relación entre el barro y el cuerpo, profundizando en sus capacidad para moldear y ser moldeado por medio de las acrobacias del circo. Con estas acrobacias el cuerpo del artista es transformado por el barro que queda sobre su mientras que las acrobacias sobre el barro transforman la materia. La manipulación del barro en la escena hace viajar al público en un espectáculo lleno de formas y esculturas únicas y sugerentes. Este tratamiento provoca que el espectáculo sea único cada vez que se presenta y pueda sorprender tanto al público como al artista. A medida que el espectáculo se desarrolla observan los cambios físicos en las materias. El cuerpo humano se cansa, el barro se deforma. Ambos sudan. La línea que los separa se difumina y los cuerpos acaban siendo una.