Esther
Rodríguez-Barbero
ESTHER RODRÍGUEZ-BARBERO Coreógrafa, performer y arquitecta. Investiga a través de la práctica artística. Su trabajo se mueve entre la coreografía, la práctica escénica, el relato, lo performativo y arquitectónico, empleando principios asociados a dichas disciplinas para diseñar prácticas espaciales y sociales. Se forma en danza contemporánea paralelamente a los estudios de arquitectura y posteriormente realiza un Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual, UCLM y un postmaster en a.pass (estudios avanzados de performance y escenografía) en Bruselas. Su investigación aborda las relaciones entre cuerpo, espacio, lugar desde el baile y el movimiento, partiendo de la curiosidad hacia lo desconocido como motor.
¿Sueñan los cuerpos con órganos electromagnéticos?
Es la parte de la investigación que dialoga con los seres tecnológicos de los cuerpos atravesados. Un cuerpo se hace 'portador' de un aparato tecnológico y su percepción del mundo y de lo que nos rodea cambia. Más allá de la función utilitarista del aparato, y de los planteamientos a nivel de vida funcional de un organismo se establecen una serie de relaciones, preguntas y debates que actualmente no se agendan de manera directa. El hecho de que sea una investigación que parte de una perspectiva situada es porque parte de un lugar concreto. Un lugar desde el que no puede hacerse otra cosa sino lo que se está haciendo. Un lugar desde donde poder seguir abriendo grietas que nos permitan estar en el mundo desde estas realidades e imaginar otros posibles. El mito del cyborg está lejos de ser mito y su realidad es mucho más prosaica. Su realidad está plagada de abismos y distancias por salvar. Si la ciencia ficción es la narrativa que lee el presente y especula otros posibles sobre lo que hay ¿cómo salvar esas distancias que hacen que sea sólo posible mirar ciertas realidades cuando están inscritas en un relato que nos parece ajeno? ¿es posible relacionarnos con ello desde lo que nos genera, desde lo que nos mueve?
Este trabajo está vinculado con la práctica Invocaciones desarrollada en diálogo con Marta Echaves.
Esta residencia és una colaboración con la Beca Ars Electrònica, alrededor de producción e investigación del Institut Ramon Llull, NewArtFoundation, UOC, La Caldera y Hangar
WE CAN DANCE
WE CAN DANCE es un acto de celebración, es un solo o un solo acompañado o más bien una invitación al baile o tal vez, solo, quizás, a lo mejor, también una discoteca.
WE CAN DANCE parte de ese primer paso que se da antes de vernos bailando, en una discoteca, el templo del baile. Una vez que empieza es difícil pararlo, te metes en el meneo, en ese vaivén, en ese tic discotequero. Se articula sobre ese momento, ¿en qué momento un movimiento se convierte en baile? ¿cuándo puedes decir que estás bailando? ¿Qué pasa cuando se da en lugares donde está prohibido? ¿Qué relaciones tiene con las normativas y convenciones de uso del espacio? Este ‘solo’ habla de leyes que regulan el acto de bailar en diferentes lugares.
Durante el período de residencia en La Caldera quiero por un lado, con lo que respecta al solo, profundizar en la secuencia de ritmo, experimentar con los sensores de movimiento, las luces y la sesión de dj, cómo hacer de dj de la pieza. Por otro lado está el trabajo del texto que cambiará añadiendo la información que he ido averiguando estos meses. Y por último hacer alguna práctica espacial en el edificio para el recorrido previo que se pregunta ¿qué pueden hacer nuestros cuerpos aquí?.